Dirigir una organización, empresa o cualquier grupo de personas implica mucha responsabilidad, pues de la manera en que se haga dependerán los resultados que se obtengan, los cuales pueden repercutir positiva o negativamente en el ámbito donde se desenvuelva el director, dirigente o líder en cuestión.
De tal manera resulta importante conocer los tipos de liderazgos que existen. Hoy vamos a desarrollar el tema sobre uno en particular: El Liderazgo paternalista.
El líder paternalista, como su nombre lo indica (paterno), se refiere a aquellos comportamientos asociados a los de un padre con sus hijos. Este estilo lo ejercen los profesionales o lideres que le otorgan gran valor a la visión del padre protector. Desde un punto de vista simple, este tipo de líder parece fantástico para cualquier persona o grupo de trabajo, debido a que mantiene en foco todas las actividades que se deben desarrollar para el cumplimiento de los objetivos del grupo u organización.
Por otra parte, este líder trabaja bajo la teoría de reforzamiento del comportamiento humano, implementando gratificación o compensación cuando desea ejercer estímulos positivos, y el castigo como estimulo negativo ante comportamientos que considere poco adecuados, considerando importante la lealtad y obediencia. Aunque estas técnicas son efectivas en líneas generales para modificar comportamientos, es importante señalar que podrían interferir en la dinámica del equipo de trabajo, afectando negativamente el ambiente laboral.
En principio bajo este tipo de liderazgo los trabajadores o participantes del grupo se sienten en un ambiente positivo, porque perciben al líder como la persona que asume todas las responsabilidades del equipo, sobre todo cuando comienzan recibir premios (gratificaciones o compensaciones). Sin embargo, los problemas surgen cuando este tipo de líder pasa a convertirse en autocrático, es decir, al presentarse situaciones donde las ordenes son impuestas sin posibilidad de cuestionamientos, o castigos por desacato; en este punto el grupo comenzará a presentar desanimo y en muchos casos actitudes agobiantes.
Desventajas de aplicar un estilo de Liderazgo paternalista.
- Al no delegar sobre sus subordinados, minimiza las posibilidades de desarrollo y crecimiento para éstos.
- En el mediano plazo, genera desmejoras en la motivación del grupo.
- El líder paternalista no se permite aprender de sus trabajadores o grupo y mucho menos crecer con ellos. Por tal motivo, puede generar una dinámica de trabajo reactiva en lugar de proactividad, considerándose ésta última como factor fundamental en cualquier equipo de trabajo, para generar actitudes dirigidas hacia la implementación de nuevas ideas. En conclusión, este tipo de líder no fomenta, ni trabaja bajo la premisa del trabajo en equipo.
- Uno de las mayores desventajas de aplicar este tipo de liderazgo, es que si el líder por algún motivo requiere ausentarse y surgen problemas, generalmente el equipo no podrá resolverlos.
En consecuencia, resulta de vital importancia revisar que tipo de liderazgo estamos aplicando y los resultados obtenidos en virtud de identificar modelos poco positivos para la organización, con el fin de cumplir cabalmente con los objetivos planteados, manteniendo un clima organizacional positivo y eficiente.